fbpx

El adviento, camino de todos…

Para vivir el adviento con los más necesitados de alguna forma. Hemos querido compartir los adornos que estamos confeccionando.


Le pregunté a Abel que le parecía la navidad. Me contestó que era la época más triste del año. Le pregunté porqué y me respondió:

«todos los años lloro, y me acuerdo de mi familia que está lejos y me da mucha pena»
Le hablé de que este regalo era símbolo de que aquí también tiene una familia que se preocupa por él. No lo dije pensando en mi… Sino en la Asociación de padres de San Luis que van cada dos viernes a verle, a él y a otras personas que duermen en la calle Santa Cruz de Marcenado…
Es preciosa la labor que hacen… no tanto por la comida o la ropa que les puedan llevar, sino por el apoyo, la escucha y la disponibilidad de tiempo. Es lo que más valoran, seguro…
También le hablé de que el adorno era símbolo de que la sagrada familia le acompañaba mientras dormía.
Es preocupante que lo primero que dijo es

«¿Dónde lo pongo me lo van a robar?»
 En unos cartones que le tapaban del viento, perpendicular al suelo, ahí lo colgamos sin problema, de tal forma que le ayudará a tener buenos pensamientos cuando abriera los ojos… le ayudara a rezar…Y nadie viera ese tesoro, más que él…


Fue bonito porqué nadie ha recibido con tanto cariño ese simple adorno de la sagrada familia…

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *